sábado, 25 de noviembre de 2017












FERNANDO BENEDETTI RACINES

sábado, 12 de septiembre de 2009

"ARRULLOS DE REFLEXIONES" Fernando Benedetti

Arrullos de Reflexiones
De: Fernando Benedetti Racines

Deja
que todo
lo que te arrulle
en el día,
se desvanezca
en la noche,
recuerda
que la neblina
desaparece
con el alba,
dejando
solo el rocío
que se condensa
y cae como
lluvia.
Acepta
todas las estaciones
abrígate
en el invierno,
disfruta
de los aromas
de la primavera,
sofócate
en el verano,
desvístete
en otoño,
todos somos
hechos
con la misma
arcilla
del mismo alfarero,
disfrutala vida
sin cuestionar
si lo estás haciendo
bien o mal.
Porque todo rio
llega al mar
y en su recorrido,
diviertete
con los tropezones
de sus piedras,
besando
la mansedumbre
de sus aguas
reposadas,
respetando
las precipitaciones
de sus rápidos
en los recodos
de la montaña.
nada es azar,
todo está medido
hasta llegar
a la mar.
Deja
que tu soledad
se colme
con lágrimas
cristalinas,
para que llene
todo el estanque
de amor
y arrastre
esos vacios ciegos,
que ahuyentan
las alegrías
y los cariños.
Es Por eso
que floto
en la luz
de la oscuridad
Seré yo quien hablo?
ó será que tu atención
encuentra
entendimiento
en mis palabras,
yo soy también
un peregrino oyente,
reflexiono
porque el pensar
es una esperanza
donde
duerme la ilusión,
el soñar
es la proyección
de la puerta
de la eternidad,
beber
en el rio del pensar
y del soñar
es poder cantar.
Y cantamos
para cavilar,
que no es otra cosa
que recoger
el polvo
del pasado
en nuestra progenie,
romper
los cristales
para penetrar
en la luminosidad
de la esencia,
sin los quejidos
de la muerte
y sin la manipulación
de la mente,
es recorrer
con el viento
los arboles
del universo
y en sus alturas
tocar el cielo,
en sus raíces
oler
la profundidad
de la omnipotencia,
y en sus hojas
sentir
el poder
del viento.
escuchar
las arpas
de las melodías mías
es acudir
a la fuente
para calmar
la sed
pero ella
está más sedienta
que mi propia sed
y bebe ella
al beberla yo.
Toma,
habla
y no pierdas
la mirada
del amor adormecido
que es tan malo
que ni siquiera
sabe amar,
parece un juego
de palabras
pero
es que hablar
de amor
no se puede,
todas las palabras
para describir
el amor
son vanas,
el amor llega
y se siente
no se puede
explicar,
él abre
las puertas,
como quien
llega a casa
y abraza
a los que ama
con mirada ardiente,
con exhortaciones
tiradas al aire,
para que el viento
se los lleve
a quien quiere
tomarlas,
Ese es el amor.
Por eso río
esa risa
se oye más lejos
que el llanto,
esa risa
que expresa
momentos sublimes:
alegría, nerviosismo, miedo
y a veces
parece sonrisa,
que también
es una virtud,
un placer del alma,
posiblemente
más corta que ella.
La risa es el sol
que ahuyenta
la tristeza,
que aflora
en el rostro
en momentos
de angustia.
Ríe, ríe,
que tus labios
reflejan encanto,
parecen besos
en la anchura
del sortilegio.
Y entre las risas
soy un soplo
vacío,
soy una partícula
de polvo
a la luz del sol,
aparezco
en las notas
de la flauta,
soy pedazo
de nubes
de gaza blanca,
me condenso y caigo
con olor a nuevo,
sirvo de semilla
al árbol,
me evaporo
y subo
a tejer
el aire ajeno,
para regresar
como grano
de oxigeno
ó
como rayo
de sol,
pero siempre
entre la risa
y el encanto
de la fuente limpia,
chispa
que flota
en el aroma luminoso,
en el pretil
de la piedra,
evocando
la fragancia
que mi corazón
espera.

martes, 8 de septiembre de 2009

"DESPEDIDA"- Fernando Benedetti

Despedida
Benedetti


Tantos años
labrados
en amor
y en desengaño,
oigo
en los portales
de la noche
el mismo latir,
de tu corazón
perdido.
Tu pulso,
mantiene
el mismo ritmo,
te veo dormida,
no sé qué sueñas
pero…me da miedo,
indagar
que no es conmigo.
Evoco
que tu eres de la vida,
que tienes tu propio rumbo.
Si me voy temprano,
no me llores,
no me perpetúes,
mis pocas
pertenencias
regálalas,
para que no atormenten
tu alma,
adelante
la vida no se acaba,
continúa.
No te olvides
regar mi árbol,
que cobijó
momentos turbios
y me regalo
su sombra,
No olvides
abonar
las rosas,
para que vuelva
a casa,
la fragancia.
No me llores,
disfrázate
de negro
para cumplir el rito
de la ausencia,
finge dolor,
sin
sobrepasar
la marcha,
yo te acompañaré
en silencio.
Mañana,
después
del ritual del acto,
quema
el vestido negro,
esa ropa
no se usa
destapa tus perfumes,
expidetus aromas.
Ya no puedes
encontrarme,
he borrado
todos los caminos.

domingo, 23 de agosto de 2009

" SIN PEDIR PERMISO" Fernando Benedetti Racines

SIN PEDIR PERMISO
Benedetti 01/ 2.009


No se necesita
pedir permiso
para que la arrugas
nazcan,
son solo pliegues
de la belleza
del ocaso,
como les sucede
a los vestidos
de lino
al terminar el día
y a los pañuelos
cuando secan
las lagrimas
después de llorar
los muertos.
Con la Semejanzas a
los nudos o anillos
que se fundan
en los arboles
para contar sus años,
sin suplicar
autorización al tiempo,
disciernen
en la mente,
distinguen
en el cuerpo,
con la madurez
del Samán
habituado
por los años.
Perfectos dobleces
que afloran
para revelar
el camino
de los años
atrevidos,
surcos
de muchos sacrificios
que marcan
la hermosura
de los ciclos.
Los años pasan,
trascienden
las edades,
se establecen en arrugas,
SI, en arrugas
Compañeras
inseparables de los años,
las quiero,
ya hacen parte
de mi vida.
Prendamos velas,
muchas velas
como homenaje justo
y muy sincero
a estos pliegues
que se integran
en el cuerpo
para recordarnos,
que comenzamos
a llamarnos viejos.

miércoles, 17 de junio de 2009

"TESTAMENTO" Fernando Benedetti Racines

  • Testamento
    Benedetti 06/09


    Testamento
    Benedetti 06/09

    *Dono mi cerebro
    Como átomo de oro
    para que en el asombro
    de las recordaciones,
    evoques
    la fogosidad de la intimidad
    de las tardes de junio,
    glorificando las gotas
    que gime tú sudar,
    allí nace el gozo
    pero también
    se dezplaza
    el infortunio.
    *Te dejo mis ojos
    para refrescar
    las estaciones
    y en el horizonte ver
    la primavera
    que induce el provocar,
    cuando la rosa
    comprende su entrever.
    *Confiero mis labios
    para morder
    el egreso
    de tus besos,
    y en su pago
    puedas degustar,
    que mi boca
    es el ingreso a tu embeleso.
    *Testo mis oídos
    para arrullar
    el íntimo latir
    de tu corazón,
    cuando la tristeza
    parece iniciar
    el estertor fúnebre
    de tu efusión.
    *Entrego mi corazón
    para que rompas
    con ilusión
    los palpitares del cuerpo
    Y guardes el ritmo
    del compás,
    cuando el deseo
    llegue a su puerto.
    *Lego mis manos
    para adormecer
    tu piel
    con identico temblor
    erótico,
    donde despierta el ímpetu
    de codiciar
    el rito
    de desarroparse
    en pórtico.
    *Cedo mis hombros
    para que agites tu cabeza,
    cuando me recuerdes
    en el lecho,
    en la apertura
    de la ausencia
    y cuando
    te desaucie la tristeza,
    te aferres al corazón
    que está junto a mi pecho.
    *Otorgo mis pulmones
    para consagrar el aire
    a tus gemidos
    secos
    que intimidan
    en el miedo ciego,
    cuando tú boca enciende
    con donaire
    la antorcha de la pasión
    que se prende como fuego.
    *Lo único que
    me llevo es el alma,
    no se puede
    testar
    porque es ánima,
    es mi yo
    que firma
    un hasta luego.
    Lo autorizado
    lo dejo
    en tono fuerte,
    para cuando me llame
    la muerte,
    te transfieran todo,
    menos mi ego.




domingo, 31 de mayo de 2009

" SUCEDIAN" Fernando Benedetti

SucedíanBenedetti 05/09
Sucedían…….
en la elipsis del silencio
las flores los olores perseguían
asumiendo sus fragancias en el ocio.
El firmamento entendía
simulando ser cristales
gotas de lamentos maternales
profundos llantos al terminar el día
Reventaba la primavera
besando el explotar de sus sonido
sentretejiendo los urdimbres de explosion somera
en una arboleda de olores presumidos.
La rosa arrancaba el oleo
de los sacramentos de la flores
abeja sometida en el deseo
despojándose en amores de mil soles.
Al suceder………
Todo volvió al sigilio
estaban fecundas por el viento
rosas estrechadas en adviento
pétalos cubiertos en rocío.
.

jueves, 14 de mayo de 2009

"POMARROSA"Fernando Benedetti

Pomarrosa
Benedetti


Era un árbol,
Vestia de fraile
Con capucha y cinturón,
Amarrado al estiércol
Del campo fracturado,
No tenía frutos,
Pero estaba adelantado.

Hacia parte de un convento
Abandonado por lamentos,
De sus frailes, de sus muertos,
Frutos evocando gritos,
En el ansia
De la penitencia del secreto.

La estación mudó,
En efecto llegó la época.
Sus hojas ascetas lanceoladas
No tenían bordes, pero si color
Jugosas drupas eremitas
Entregaban gotas,
En la clausura de la fécula
Para darle paso a la ilusión.

Era una pomarrosa guapa
Que en la brisa de los ciclos
Concibió trillizas
De fragancias vírgenes,
Vernáculos penitentes,
Entregándose con risas
No eran monjas,
Eran ermitaños jamboleros
De tres cepas y un pendiente